martes, 28 de julio de 2015

Santa Marta Veintinou

Queridos todos.
Hoy es mi santo, y el de mi Martulilla a la que yo quería llamar Nurieta pero no logré convencer al paterfamilias que ordena y manda mucho.
Me gustan los cumples y los santos porque me encanta sentirme querida y que me feliciten y que me regalen y comer algo especial en familia y ahora celebrarlo todos juntos y casi enganchando San Ignacio y el cumple de Almu.
Lo que más me gustaba hasta hace pocos años que falleció mi abuela era su regalo. No fallaba nunca,  y siempre me decía " santa Marta veintinou" y a pesar de sus casi 50 nietos y no sé cuántos bisnietos todos los años me regalaba un libro que previamente había leído y sabía explicarte de forma sencilla con su prodigiosa memoria y su culturón lo esencial de esa obra que era, siempre, la mejor lectura del verano. Abuela me descubrió a Zweig,  a Delibes pero sobre todo nos enseñó a todos a saber pasar por la vida discreta, fiel, siempre atenta a las necesidades de abuelo y de los demás, hizo de su inteligencia un instrumento para hacer el bien modesta, austera, sobria a la sombra de abuelo, y junto a él.
Esta vez me he  comprado la autobiografía de CS. Lewis, dile abuela, si Irene le deja un rato solo, que me está contagiando su alegría, su júbilo, ese que hace que el alma cosquillee.

lunes, 20 de julio de 2015

Ese lugar donde la vida se ensancha.

Queridos todos.
Acabo de leer el blog de mi amigo Álvaro Abellán (dialogicalcreativity) y sin quererlo me ha dado la vez...y el título de la entrada a mi Tesela de hoy en la que, como siempre, y a pesar o a favor mío dejo mis Europeizaciones, mis aires de grandeza y también no lo puedo negar mi vocación universitaria para...en la belleza de lo aparentemente más sencillo encontrar una puerta a la trascendecia a ese lugar donde el alma se ensancha donde los creyentes nos hacemos uno en Alguien más y los menos creyentes que más (Pili eso va por ti) encuentran una plenitud especial que a unos y a otros nos hace vibrar, que da sentido a nuestras vidas.
Pues mi puerta grande ha sido hoy mi hijo más pequeño al que estoy enseñando a rezar...como al resto de la camada, pensaréis (Pero es que todo en este quinto tiene un toque especial , o quizás soy más consciente del milagro y me regodeo en él). Sus palabras con esa adorable lengüilla de trapo van  memorizando casi sin darse cuenta  y van acompañando mi voz. Siempre empezamos pidiendo...él una pistola y después muy despacio para dejarle su espacio para que vaya haciendo suya cada ave maría,  cada gloria,  cada ángel de mi guarda dejo que él continúe y solito  diga y sobre todo eleve su primer 'María' y llame a su madre en el Cielo y diga suavemente Jesús y vaya descubriendo al hacer suya la palabra a alguien a quién siempre invocar y un amén que es hágase tu voluntad, aunque él no lo sepa.
Y al terminar calla, me mira pillo y me pide ¿ Volvemos a rezar? Y yo no lo puedo resistir, y vuelvo a empezar y pedimos la pistola y llamamos a María y pronunciamos el nombre de Jesús...y se abre la puerta y se ensancha el alma.