Querido padre.
Supongo que sabes - allí en Cielo todo se ve, ¿verdad?- que estuve con Nicolaidis en Grecia (escribí esta entrada hace más de un mes pero me faltaba algo para cerrarla) Y con él y Melany disfrutamos de un largo viaje en coche y dos cenas en las que estuviste muy presente.
Es la idea, hecha experiencia que transmite Rosa Montero - y tantos otros- en su obra "La ridícula idea de no volver a verte". Recordarte es revivirte, es volver a tener un poco de ti, pero además de tú mejor tú.
Y eso es lo que hicimos. Nico, que supuestamente fue tu jefe durante tantos años me contaba como tú firmabas los 'telex' de entonces con tu 'número 1' y Nico contestaba con su 'número 2'. Y la cena con aquel representante chipriota; los dos tronchados de risa el uno del otro, o más bien el uno con el otro sin entender una palabra ...el uno al otro. Así eras: el número 1, el más guapo y más simpático.
Y haberte recordado así y ver los ojos vidriosos de Nico al hacerlo me hizo tenerte muy cerca...con ganas de llamarte por teléfono al Cielo - cómo me decía Almu hoy- para hablar contigo.
Supongo que sabes - allí en Cielo todo se ve, ¿verdad?- que estuve con Nicolaidis en Grecia (escribí esta entrada hace más de un mes pero me faltaba algo para cerrarla) Y con él y Melany disfrutamos de un largo viaje en coche y dos cenas en las que estuviste muy presente.
Es la idea, hecha experiencia que transmite Rosa Montero - y tantos otros- en su obra "La ridícula idea de no volver a verte". Recordarte es revivirte, es volver a tener un poco de ti, pero además de tú mejor tú.
Y eso es lo que hicimos. Nico, que supuestamente fue tu jefe durante tantos años me contaba como tú firmabas los 'telex' de entonces con tu 'número 1' y Nico contestaba con su 'número 2'. Y la cena con aquel representante chipriota; los dos tronchados de risa el uno del otro, o más bien el uno con el otro sin entender una palabra ...el uno al otro. Así eras: el número 1, el más guapo y más simpático.
Y haberte recordado así y ver los ojos vidriosos de Nico al hacerlo me hizo tenerte muy cerca...con ganas de llamarte por teléfono al Cielo - cómo me decía Almu hoy- para hablar contigo.
Como llega la primavera y se acerca el verano entran las prisas por adelgazar y también con madre recordamos el otro día tu famosa dieta del melón y el resopón, para no sentir hambre te quedabas quieto y dormido en el sillón el mayor tiempo posible, con el labio caído y la frente apoyada sobre la mano, en un gesto muy tuyo. Te quedaste estupendo, por cierto.
Y en fin padre que las niñas han empezado las clases de golf con Félix. Almudena ha salido a madre, poco femenina, una mala bestia que le "arreará" a la bola largo, largo. Marta es una musa, ligera, estilosa, etérea. Félix vio tu bolsa de palos, que ahora es mía y se sonrió, como yo hago cada vez que doy un golpazo y recuerdo cuando me llamabas por teléfono después de jugar para comentar nuestros mejores golpes, al final logramos querernos a rabiar, costó lo suyo, pero lo logramos, puedes estar contento allá.
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