Es el título del libro que dejé a medias en Madrid y que me recomendó mi compañero de seminario desayuno de los miércoles Juanjo Montero. Gracias a esas charletas informales he podido sobrevivir a los atascos mentales que a veces produce la obsesión por un tema y Ahora por fin gracias a "Escale" y las llamadas smart cities parece que hemos encontrado un lugar de investigación común además del informal y productivo café.
Y todo esto viene a cuento porque está acumulación de rascacielos apelotonados no parecen estar hechos a escala humana... Pero son fascinantes y... Tampoco lo eran las catedrales góticas aunque siendo más bajas apuntaban más arriba. ¿O no? Y son igualmente sobrecogedoras y fascinantes. Y en en fondo además de la especulación inmobiliaria, del aprovechamiento máximo de la edificabilidad, de la apropiación de las plusvalías... Además en todo este dominó mastodóntico también se lee el mismo interrogante que todos llevamos anclado en lo más profundo... Y es que;
¿No queremos seguir llegando al cielo? ¿No queremos hacerlo nuestro? Abrazarlo. Tocarlo. Y ahora uso un verbo superONU 'empoderarnos' de él... Del Cielo y de la tierra.
Pues eso. Sube hasta el cielo y lo verás que decía la canción.
Hoy ha tocado escuchar palabras huecas. Pero es buen ejercicio. Vamos calentando motores..
jueves, 8 de febrero de 2018
EsCaLe
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