Una cena de amigos que se reencuentran con motivo de una despedida. Una mujer valiente, dura, con ganas de crecer. Una mujer hecha así misma, grande, muy entera, muy suya se va y nosotros la despedimos, y cenamos y un poco a gritos nos ponemos al día al tiempo que recordamos anécdotas a tutti plen y risas y...
Poco a poco la conversación también refleja nuestra evolución, nuestro deseo comprometido de dejar el mundo algo mejor de lo que estaba y las distintas formas, que son manifestación de un mismo anhelo, en que cada uno las va intentando materializar.
Y resulta que la participación pública es a la vida política lo que la nueva evangelización es a la Iglesia y ambas pueden quedarse en buenos propósitos y eslóganes sugerentes o realmente...transformar nuestras vidas y ensancharnos por dentro para poder salir al encuentro real, tangible, encarnado, a la búsqueda de lo que nos une !!que es tanto!! Y a escuchar y aprender y admirar al otro y quererlo muy profundamente y desear todo el bien.
Y a ver si en la próxima nos dejamos de participaciones y nos echamos unos 'dancings'. No hay manera de que alguien me lleve a bailar. Y mira que lo intento.
domingo, 18 de octubre de 2015
Participación
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