Cena tardía del primogénito. Hoy ha sido una cena por goteo, es más tranquila pero pierde la gracia de la lucha, bastante encarnizada, por hablar, por el pan, el agua por lo que sea...el mito de la familia numerosa bien avenida es eso...un mito, aquí no hay colaboración y participación desinteresada sino puro instinto de supervivencia, un poco de atención unívoca es un bien muy preciado, es así y es sano, es escuela y siempre hay momentos estelares, y risas y mucho, mucho grito.
Y en fin. Llego de la pelu con unas ondas nuevas. El primogénito cena conmigo se le ve más mayor cuando se puede hablar solo con él. Me mira y me dice que tiene una amiga muy guapa que también se hace esas ondas.
Arqueo la ceja y quiero empezar a preguntar TODO sobre esa amiga guapa y él que me conoce como si le hubiera parido sonríe grande, con esa sonrisa (de ortodoncia !ya pagada y terminada! Puf una menos) que tanto cuesta que regale. Porque la sonrisa se regala no se compra.
Y me para antes de empezar si quiera a preguntar su nombre y me dice que no hable y me río y digo que si voy hablar y preguntar porque algún día pasará de la vergüenza ajena a la contestación...y sigue sonriendo grande y dice.
Mami es que de novias cómo de los pedos no se habla en la mesa...bonito símil gaseoso.
miércoles, 20 de enero de 2016
Símiles gaseosos
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