"El arte es una forma de oración" así dice Guayasamín, y crea la llamada Capilla del Hombre un lugar para contemplar, y como bien dice él meditar a través de su obra, que no por muy vista y popularizada deja de ser menos impactante. Y adentrarse en la esencia del alma humana el amor, el dolor, la esperanza, la ira, la maternidad, las atrocidades y la injusticia, Cristo, la muerte de un amigo, la familia. Todo en un espacio creado para hacer ese recorrido estético que es un recorrido vital y universal.
Me ha sobrecogido y mucho.
La posterior visita a la casa del pintor donde creaba, recibía y dormía, ver sus preferencias artísticas; arte religioso por doquier junto a colecciones de kamasutra y algunas obras escogidas de Chagall por ejemplo y un vídeo en el que muestra como hizo un retrato de Paco de Lucía en menos de dos horas, genialidad si y mucho trabajo, y sensibilidad extrema para captar la esencia de cada hombre.
Personajes irrepetibles. Genios.
En fin no tengo palabras para agredecer el día de hoy, completa y enriquece de forma inolvidable las experiencias estéticas que intento aprovechar en estos mis viajes por el mundo. Y esta, acompañada de la comida posterior en casa de mis anfitriones y su colección de arte contemporáneo y los manjares ecuatorianos servidos y hechos con ternura, me dejan un sabor de boca y un regusto en el alma que espero saber retener, agradecer y valorar como se merecen.
¡ Gracias¡
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