martes, 16 de febrero de 2016

Frío y silencio.

Queridos.
Aquí hace frío. Mucho frío.
Hoy hemos tenido día de excursión técnica y hemos visto la Berna que nadie imagina. Una Berna sin osos y...sin niños. Una Berna como quizás toda Suiza obsesionada por el silencio y la privacidad de tal forma que llegan a sacrificar el significado mismo del espacio común y compartido por evitar los 'riesgos' de una convivencia con algunos decibelios de más...Una Berna que negocia en su suelo y arrendándolo obteniendo unos alquileres millonarios y una Berna que todo lo somete a referéndum. Aquí se toman  muy en serio la participación pública y asumen  sus riesgos, a mi me sigue quedando lejos... Una Berna con una gran Corporación de Burgueses que ejercen un oligopolio  privilegiado sobre el mercado de suelo. Y que negocian convenios de planeamiento y ejecución  de iguala a igual con el Ayuntamiento pero que supone un tertium genus en el mercado de suelo con intereses a caballo entre lo público y lo privado, muy interesante figura.  Y una Berna que nos acoge en una Universidad de dimensiones fastuosas, sólidas... y silenciosas.
Tras la inauguración oficial entramos en calor. Quichés y rollitos primavera. Se ofrecen algunas cenas. No puedo con mi alma. Saludo a nuestra Mother founder Rachelle Alterman. Mi más profunda admiración. Vuelvo con Andreas el organizador del sárao, qué calma, everything under control.
Mañana más.
Frío, silencio blanco.

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