martes, 10 de abril de 2018

Al salir de clase.

Tarde de lluvia. Como tantas otras en este larguísimo y empapado invierno.
Tarde de lluvia. Hoy cumplía años padre, amante del sol y el buen tiempo.
Tarde de lluvia. Una madre espera a su hija en el coche para acercarla a casa.
Una escena cotidiana, la que vivimos tantas madres (padres, abuelos, cuidadores) todos los días al salir de clase.
Nada del otro mundo. Va de suyo...
Tarde de lluvia. Ese acto se transforma en la esencia de la maternidad si sabemos que esa madre es una abuela de setenta y cinco años que espera a su hija, profesora, que vive a  apenas a doscientos metros de sus clases...
Y esa profesora, que es madre ahora se siente más hija que nunca y coge y acoge su paraguas y le da las gracias y llega a casa seca y da gracias en silencio, con una sonrisa en el alma, por todos y cada uno de esos detalles infinitos y eternos por pequeños y sencillos.
Tarde de lluvia. Una madre espera a su hija... Al salir de clase.