jueves, 31 de mayo de 2018

Primera, segunda y tercera Comunión

Mi querida Almu:
Hace una semana que hiciste tu primera comunión. Fue una gran fiesta para ti y para toda la familia. Han sido unos días en los que, mi querida niña-fortaleza, has ido confirmando con tu decisión, tu ilusión y tu fuerza que tu nombre es cada vez  más tuyo.
Has preparado, vivido y sentido tu comunión como ninguna y ha sido para mí una oportunidad preciosa para recordarme qué es lo esencial, qué es lo más importante de mi labor como madre.
Hemos ido juntas a Misa entre semana porque tú querías prepararte bien. Te has confesado  en la parroquia porque dos confesiones no te parecían suficientes... Y en fin tenías todos y cada uno de los detalles de la Comunion en tu cabeza  y en tu corazón.
Y en todo este ir y venir, mi querida niña me has hecho muy feliz porque con tu firme decisión, me has recordado y también lo ha hecho Jesús en la eucaristía que acompañarte y acercarte a Él es lo más importante, si lo más importante que tu madre puede hacer por ti.
Y ahora a seguir juntas,  con las mismas ganas o más queriendo ir a misa entre semana, sacándome de casa cuando ya estoy perezosona, tirandos de mi hacia arriba y aunque parezca que yo te llevo de la mano, eres tú quien me llevas.
Gracias por tu primera, tu segunda y tu tercera comunión.
Un beso guapa.
Mamá.