Lo reconozco, lo confieso en estos días de tanto sorteo extraordinario, con un poco de desidia estival y con mi marido de vacaciones reorganizando la casa, mas de una vez he caído en esa tonta tentación por remotisima y harto imposible, pero probable, porque no, de pensar que es lo primero que haría si me tocara la loto, o lo que fuera.
Y en fin creo que si duda alguna y en primer lugar, y se que muchas madres de familia mas o menos numerosa también lo harían seria vaciar todo mi cajón de ropa interior en el que ya no se distinguen los colores, lo que fue gris perla ahora es ala de mosca, lo que fue beige tornasolado ahora es carne quemada, lo que fue negro ahora es desteñido a manchas...eso en cuanto a los colores pero y las tallas que me decís de las tallas /pronúnciese con interrogante que el p. teclado no me responde/ esa talla posparto estupenda macizorra y exuberante, esa talla de lactancia que todavía aparece desperdigada con esa apertura a modo de cortinilla entre sensual y robotica, o esa locura de talla a modo push up que compramos en el carrefour a cuatro o cinco euros por si un día queríamos ver que era eso del push y del up o del wonderbra que tanto anunciaban y que por pudor quizás o por orgullito torero no nos atrevíamos a comprar al pensar que no nos hacia falta, y el modelo deportivo que nos aprieta, y el modelo con tirantes de silicona que ya no se lleva y da un poco de grima, y en fin una variedad dispersa que ahora mismo cuesta conjuntar y armonizar si quiera dignamente...
En fin quien no tenga un cajón de ropa interior así es que no necesita que le toque la lotería.
PD Perdonad las faltas de nuevo.
Había hecho dos fotos al final he optado por la del cajón cerrado...
