Hay algo que que parece que se nos escapa. Hay algo que a medida que pasan los días y que los niños crecen parece que se nos escapa. Sus decisiones, su libertad, sus limitaciones, sus arranques, sus frenadas, sus derrapes...
Pero al tiempo y no sé que teoría justifica esta afirmación más que la experiencia, la vida misma, ver ese proceso en cinco versiones distintas, y en todas las decisiones, las limitaciones, los arranques, las frenadas, los derrapes...hay algo nuestro, nuestra misma esencia nuestra forma de transmitir lo que más amamos, lo que detestamos, lo que ambicionamos incluso lo que más anhelamos y callamos está también ahí como depositado, como transmitido por contagio, por ese simple estar pegaditos unos a otros y te sorprende y nos gusta en lo bueno y nos horripila en lo malo. Pero está ahí.
Por eso, supongo, la importancia de ser desde dentro porque eso es lo que transmitimos, lo que pegaditos traspasamos y lo que ellos reciben, sin necesidad de hablar, como por ósmosis.
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