domingo, 26 de marzo de 2017

Jugar

Qué divertido es jugar. Qué divertido es competir y qué gustó da ganar.
(Escribo mientras veo a Jon Rahm dar unos golpazos maravillosos, se recupera pero pierde por un 'chip' demasiado corto)
Un año más espero la llamada de María Ángeles. Estoy convocada. Hay equipo de madres para la jornada deportiva del Máter. Balón prisionero, nuestra especialidad. Voley,  nuestra debilidad.  Baloncesto, la novedad.
Llevo a mis Girls con su equipillopara disimular porque quién se lo pasa pipa año tras año soy yo...
Y  allí estábamos mezcladas entre una vorágine de adolescentes divinas. Con tipazos y modelos tan divertidos como ridículos. Ideales todas. !Quién pillara esa tersura!
Allí estábamos un mogollón de madres no muy fibrosas pero muy voluntariosas.  Con ganas de echar unas risas. De dar unos cuantos balonazos,  con rabia, con gusto, con saña y gracia. Y más risas y sonrisas. Y pitorrearnos de nuestra baja forma y echarle garra y echar el resto y dar unas carreras y agotarnos  y pedir el cambio, o no pedirlo porque nos creemos que aguantamos.
Y ganar...por incomparecencia de las rivales. Y recibir un medallita. Qué buenas somos. Hasta que el cuerpo aguante y el alma nos levante.
!Aúpa madres! !Viva la jornada deportiva! !Viva!
Lo mejor vino al final.

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