viernes, 22 de septiembre de 2017

Tartaleta de limón

Comienza mi gira. Curso en Palma.  Lo llevo muy preparadito.  Dispuesta a ganarme el sueldo y a cumplir con mis fieles alumnos.
Mis viajes a Palma son rutinarios pero no lo son. Siempre hay un palacete que descubro aunque lleve allá al menos dos siglos. Una tienda o unas cuantas. La luz y lo mejor de hoy...
Una tartaleta de limón. 
Llego a una terraza con la sana o falsa intención  de tomarme algo rápido e irme a dormir.
Estoy agotada tras 5 horas de clase seguidas en las que , como Taburete en Motel me empiezo a crecer y hablar cada vez más alto a la par que  articulo mis clásicos movimientos de pulgares y brazos que dan vida y acompañan la exposición pero que me dejan después molida.
Llego pues a  cenar. El 'llonguet de pernil' es crujiente pero el jamón excesivamente salado. Así que tengo la excusa perfecta para pedirme un postre que azucare la salazón del paladar.
Y ahí estaba como esperándome desde el inicio de los tiempos; la sublime tartaleta de limón.
No me gustan  las fotos de comida en las redes (Me hubieran ahorrado eta Tesela,  pero no es lo mismo ) Salvo las recetas y tutoriales que comparto con Ignacio (13) pero he de reconocer que la tarta de hoy merecía una foto.
Base de masa quebrada muy dura, compacta y densa para soportar bien  el relleno.  Crema algo más líquida de lo habitual  de un sabor a limón real sin el dulzor excesivo que a veces deja el exceso de azúcar que intena compensar la acidez y que suele matar el sabor cítrico.Medida perfecta  pues que culmina en  un merengue flambeado con forma de pequeñas montañitas. 
Íntento comerla lo más educadamente  posible pero todo se desparrama así que cuarteo la tartaleta y a grandes bocados que incluyen mancha en la nariz y mofletes del merengazo me zampo sin rubor y sin pudor la que podría calificar como mejor tartaleta de limón del mundo.
Me ha entrado la risa a mi sola cuando me he tenido que limpiar la nariz...o chuperretear las yemas de los dedos llenas de crema y de merengue pero merecía la pena. !Qué placer!!Por Dios! Que bueno está lo bien  hecho.  
Menos  mal que mi adorada gordóloga no lee este  blog porque le daría algo. Aunque hoy tocaba cena libre...
Palma siempre algo nuevo en Palma.

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