jueves, 27 de octubre de 2016

Habit-ando

Llegada a Madrid. T4-cole sin pasar por casilla de salida. La subida y bajada de escaleras en el colegio es casi más intensa y densa que la entrada en el recinto ONU. Recojo a Rafa se encarama a mis brazos de un salto, no me suelta, ni le suelto (ver Teselas besos de Rafa para entender estos momentos) la profe me dice que ha estado muy mustio estos días y que ya entiende porqué...
Los regalos femeninos, siempre un acierto.  Los masculinos, casi siempre decepción, miradas de reojo, risas no hay forma de acertar.
Los pequeños se pasan el fin de semana preguntando si me quedo, me dan muchos besos, me acarician espontáneamente, se pegan, descansan junto a mi, como pegaditos, quieren mi compañía, me han echado de menos.
Llueve en Madrid. Llueve mucho. La  ciudad se limpia como sabiendo que por allá hay una Nueva Agenda Urbana dispuesta a ser herramienta de cambio, pero hacen falta personas que sin rencores,  y desde dentro construyan, difundan de una  forma más humana...creo que estoy divagando...llueve en Madrid, llueve mucho.


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