domingo, 16 de febrero de 2014

Chutzpah

Start up define este término como una forma de desafío a la autoridad establecida,  una actitud entre retadora y cuestionadora más bien. Aprehender y hacer mío, experimentar la vivencia de una aparente definición que pudiera resultar incluso topicazo (es como si un judío quisiera experimentar el seny catalán o el duende andaluz en cinco días) me ha ayudado muchísimo a entender la forma en que los israelíes, bueno los judíos israelíes, se relacionan con los demás y sobre todo a no tener miedo de preguntar, de levantar la mano y cuestionar, de echarle cara, vamos, quizá haya sido la excusa perfecta, o el acicate para forzarme un poco más y crecer en este ámbito. Por eso no me dio apuro interpelar a la magistrada mujer_mujer y sólo nada más que mujer , mujer en estado puro, ésta es kantiana no había caído. Ni intervenir en los comentarios de las mesas redondas, a pesar de poder meter la pata y tener todavía cierta desconfianza con el idioma. Hay que ponerse en juego y arriesgar a no ser entendido para buscar palabras, expresiones que encajen.
Disfruto mucho con estos pequeños retos, me apasionan, me hacen sentir muy viva, muy en mi sitio, es esa chispa de la que habla Rupnik (ver Tesela primera o segunda me parece) la que de alguna manera vivo en estos saraos, me expanden, como si fuera un gas, me dan energía, me encienden, me siento lámpara encendida. Soy una privilegiada, lo asumo y presumo  y doy gracias por ello.
Mashup.
El otro término "davka". A pesar de, restregarlo en las narices...
Es decir hacer de la dificultad, o de la aparente adversidad, de las circunstancias que  pudieran parecer poco propicias una oportunidad. Y me diréis que esto no es que sea caradura sino tener un MORRO que me lo piso. Y en fin utilizar a mis cinco hijos como pretexto para irme a un Congreso, no sé yo si encaja realmente en este "davka ".
Traigo proyectos en la cabeza, ilusión en el mejor sentido de Julián Marías, aunque rezume Ortega, Salva. No sé cuántos podré si quiera empezar, porque  como siempre mi cabeza y mi corazón no quieren adaptarse al ritmo que una familia de cinco hijos debe tener para no sólo sobrevivir sino crecer todos felizmente ese es EL reto lo demás... en fin, Dios dirá. Y eso de decir Dios dirá en mi caso es todo un riesgo porque cada vez que quiero cruzar el charco con un supermegaproyectazo de esos míos que he vendido, contado y relatado hasta la extenuación a todos los que me rodean...pues nace otro baby, o se queda por el caminito el pobre. Locura de sexto, Fabro hubiera sido un nombre precioso, como le acaban de canonizar...
Buscar la esencia, nuestra esencia, volar, planear, y aterrizar. Aquí en los madriles.
SHALOM.

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